Escuché la noche y me dijo su nombre, muy quedito, como temiendo ser descubierta, y pensando que, de revelar su secreto, todas esas estrellas que la adornaban se vendrían abajo, dejándola sin brillo, y rompió a llorar. "No temas"", le dije. " La luna siempre te acompaña".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
comentarios